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Palabra
varicocele [varicocele]
m. (Patol. Nefrol., Urol.). Tumor formado por la dilatación de las venas del escroto y del cordón espermático.

[uaric- lat. 'variz' + -o- gr. + kēl(ē) κήλη gr. 'hernia', 'tumor']
Leng. base: híbrido gr./lat. Neol. s. XVIII. En fr. varicocèle en 1716.

Comentario

Un híbrido innecesario

Los lingüistas llaman híbridas aquellas palabras que están formadas por elementos procedentes de dos lenguas. Podemos distinguir híbridos sufijales e híbridos propiamente dichos. Mientras que los sufijales son un fenómeno corriente cuando una lengua incorpora un término de otra, así el latín, ya en el s. II a.C., a partir del término de origen griego braccium, 'brazo', había desarrollado bracchiālem 'braquial', es decir, había hecho una derivación usando, como es lógico, un sufijo latino, no ocurre lo mismo con los híbridos a secas. Según datos del propio Dicciomed (marzo de 2008, referidos sólo a híbridos griego y latín; para el estudio de los híbridos seleccione "híbrido gr./lat." dentro del listado de palabras por lengua de origen), en lenguaje científico fue un fenómeno que empezó tímidamente en el s. XVIII, (sólo dos ejemplos); se hizo relativamente frecuente en el s. XIX, con 119 ejemplos (el 6 % de las palabras fechadas en el s. XIX) y se generalizó más en el s. XX con 168 ejemplos (un 14 % de los términos de ese siglo). En el propio latín la hibridación es un fenómeno raro, véase el trabajo de F. Bader y su capítulo "Calques et hybrides" y C. Moussy (ed.), La composition et la préverbation en latin, París 2005; a fuerza de rebuscar mucho en los diccionarios, especialmente en el Thesaurus Linguae Latinae, se puede encontrar algún ejemplo en época clásica como cryptoporticus (el primer elemento está tomado de crypta ya latinizado, por tanto, en buena medida, es un compuesto de dos lexemas latinos, obsérvese el uso, propio del griego, de la vocal -o- como elemento de unión de los lexemas, fenómeno bastante corriente en híbridos gr./lat.). En latín tardío bigamus es un híbrido pero resulta de la adaptación de la forma digamus cuyos dos elementos son griegos; en la misma época se traduce griego technográphos τεχνογράφος como artigraphus provocando un híbrido; en época altomedieval tenemos doctilogus y algún ejemplo con numerales como pentafolium, pentēremis, etc. En definitiva, hasta el siglo XVIII fue un fenómeno bastante marginal y limitado que afectaba a compuestos de lexemas griegos muy latinizados. Es que, como bien explica el profesor G. Hinojo de la U. de Salamanca, o se puede leer en las monografías citadas, el latín era poco amigo de la composición y en el vocabulario latino es un fenómeno mucho menos frecuente que en otras lenguas indoeuropeas. Si los compuestos se usaban poco, no es fácil que aparezcan híbridos.

En el propio Dicciomed, quilífero, fechada en 1652, no es propiamente un híbrido porque chylus, aunque griego en origen, funcionaba ya como lexema latino; el mismo caso lo tenemos en tipificar de 1634 donde typus es palabra ya plenamente latinizada.

Varicocele es por tanto el primer híbrido de pleno derecho entre las palabras recogidas en Dicciomed. Aunque el Grand Robert la fecha en francés en 1716, la primera documentación que hemos encontrado es en un texto latino, en el que pasa por ser el primer tratado de enfermedades venéreas, una obra de Jean Astruc, De morbis venereis, París 1736, p. 293 (pulse en el enlace del título citado y podrá leer varicocele al final del 2º párrafo; el mismo texto puede leerse con más facilidad en este enlace, la edición de 1740 de la misma obra). Astruc usa aquí el término varicocele como ya conocido y sin que necesite ninguna explicación. Es curioso el contexto en el que aparece:

tumores multiformes, spermatocele, varicocele, sarcocele, pneumatocele, hydrocele

Todos estos términos tienen en posición final el lexema kēl(ē). Spermatocele y varicocele son neologismos, el resto son términos antiguos. Son distintos tumores según su contenido, tumores de esperma, varicosos, tumores carnosos, tumores de aire y tumores acuosos. Desde un punto de vista lingüístico hay que fijarse en que varicocele utiliza como vocal de enlace entre los lexemas la -o-, fenómeno del que ya hemos hablado antes. Pues bien, el híbrido era innecesario porque ya existía un compuesto griego kirsokēle κιρσοκήλη que significaba exactamente lo mismo y que usa como primer elemento el lexema kirsós κιρσός 'variz'. Es una palabra documentada desde el s. I d.C. y que se reintrodujo en época moderna poco antes de la creación de varicocele (documentado en inglés en 1708). Se creó el híbrido, pensamos, porque el lexema kirso- era poco conocido y el compuesto no resultaba transparente, cosa que sí ocurre para cualquiera familiarizado con el vocabulario médico en el resto de palabras de la cita.

Referencias bibliográficas.

Francisco Cortés. Marzo 2008.

Introducción al lenguaje científico:
Neol. s. XVIII
ISBN: 8478005722