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Palabra
recto [rectum]
1. m. (Anat.). Última porción del intestino grueso, extendida desde el colon sigmoide hasta el ano. Wikipedia.
2. adj. (Anat.). Músculo recto: el que no tiene curvas, como el músculo recto abdominal y el músculo recto ocular.

[rēct-u(m)/-a(m) lat. 'recto', 'intestino recto']
Leng. base: lat. Antigua traducción del gr. En lat. en Celso (s. I d.C.) intestinum rectum por traducción de gr. tò apeuthysménon τὸ ἀπευθυσμένον (literalmente 'el enderezado') que es el término gr. para 'recto' desde Diocles, s. IV a.C.; pasó a lat. mediev. y se documenta en esp. en 1498 recto yntestino.
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Comentario

Dos traducciones latinas del griego en una sola palabra

Aunque no hemos encontrado ningún diccionario que lo afirme, nos atrevemos a postular que intestinum rectum, documentado en latín desde Celso, s I. d.C., es una traducción de griego tò apeuthysménon (énteron) τὸ ἀπευθυσμένον (ἔντερον). No hay seguridad plena, pero todos los indicios se encaminan en la misma dirección. Hay que decir que rectum es una traducción bastante exacta de tò apeuthysménon; ambos son participios pasivos; la forma griega procede del verbo apeuthýnō ἀπευθύνω 'poner recto', 'enderezar', referido al intestino, por tanto, significa que esa parte del intestino, en comparación con el resto, 'se ha enderezado y es recta'; el latín, por su parte, usa una forma de regere 'llevar derecho' y, en consecuencia, significa 'derecho', 'recto'. Es muy poco probable que los latinos hayan desarrollado esta denominación coincidente con la griega de forma paralela y que no sea traducción, teniendo en cuenta que en latín existe muy poca terminología médica especializada que no provenga del griego. En contra de nuestra afirmación se puede argumentar que Celso lo usa sin mencionar que sea un término de origen griego, a diferencia de lo que ocurre en otros casos similares; también, que los autores griegos que utilizan la expresión son contemporáneos de Celso, como es el caso de Dioscórides, Rufo de Éfeso o Sorano. Hoy, sin embargo, se considera que el término ya estaba plenamente vigente en Diocles, un médico del s. IV a.C., cuyos fragmentos se han editado no hace mucho (P. J. van der Eijk, Diocles of Carystus: A Collection of the Fragments with Translation and Commentary, Leiden-Boston-Köln: Brill, 2000). En ellos encontramos tò apeuthysménon como el término para el recto. Por tanto, aunque no lo emplee Hipócrates, que prefiere el término arkhós ἀρχός, es una denominación bastante antigua y atestiguada varios siglos antes que en latín. En definitiva, no se puede poner como objeción la fecha. Es curioso observar cómo ninguna de las dos formas del griego para nombrar el '(intestino) recto' pasó a vocabulario médico moderno que sólo utiliza la forma latina lo que genera híbridos del tipo rectorragia, rectoscopia, etc.

En cualquier caso la palabra pasó a latín tardío y medieval y se documenta en 1363 en la Chirurgia magna de Guy de Chauliac; en español lo tenemos en 1498 recto yntestino.

También procede del griego el uso de la segunda acepción, como adjetivo que complementa a músculo. En efecto, encontramos en Galeno órthios mŷs ὄρθιος μῦς en más de 20 ejemplos, referido a distintos músculos, especialmente del abdomen. Por tanto, también está en griego el origen del término anatómico rectus musculus que se documenta en latín científico en 1708.

Como decíamos, dos palabras griegas distintas convergen en latín, y con posterioridad en lenguas modernas, en una sola.

Francisco Cortés. Diciembre 2008.

ISBN: 8478005722