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Palabra
leucemia [leukaemia, leukemia]
f. (Patol. general). Enfermedad caracterizada por el exceso permanente del número de leucocitos en la sangre y la hipertrofia y proliferación de uno o varios tejidos linfoides o mieloides. Wikipedia.

al. Leukämie [leuk(o)- λευκός gr. 'blanco' + -haimíā -αιμία gr. 'sangre']
Leng. base: gr. Neol. s. XIX. Acuñada en 1847 en al. por R. Virchow.
Imagen
Precursores de linfocitos en un paciente con leucemia.
Procedencia de la imagen:
http://es.wikipedia.org/wiki/Leucemia

Comentario

Rencillas científicas y disputas terminológicas

Cuando en la sección de creadores de Dicciomed se pulsa en el botón de creadores más prolíficos el primer médico que aparece es Rudolf Virchow; pues bien cronológicamente el primer término que acuñó fue leucemia cuando solo contaba 27 años. Es muy conocida la historia de esta creación y la disputa que ello provocó; nosotros vamos a centrarnos sobre todo en cuestiones de tipo terminológico que han pasado algo más desapercibidas. Una vez más comprobaremos que la creación de nuevas palabras tiene un contexto histórico que merece tenerse en cuenta.

1845, Froriep’s Neue Notiz. a. d. Geb. d. Natur- u. Heilk. November (GAWM, 149-53)1845, Froriep’s Neue Notiz. a. d. Geb. d. Natur- u. Heilk. November (GAWM, 149-53)

La imagen anterior pertenece a una publicación de Virchow de 1845 (Froriep’s Neue Notiz. a. d. Geb. d. Natur- u. Heilk. November (GAWM, 149-53) muy famosa por considerarse que fue clave para el conocimiento de esta enfermedad; hace una descripción del aspecto de la sangre en un paciente con una enfermedad que poco después se denominaría leucemia y lo titula “Weißes Blut” “sangre blanca”. Ya antes, Alfred Donné, un médico francés, famoso por un tratado de microscopía médica, Cours de microscopie complémentaire des études médicales, Paris 1844, había presagiado algunas cosas de las que presenta Virchow; en efecto en la página 132 puede leerse a propósito de la sangre de un paciente de lo que hoy llamamos leucemia:

«En el estado actual de la microscopía no es posible constatar la existencia de pus en la sangre de una forma segura … los glóbulos de pus no pueden distinguirse con seguridad de los glóbulos de forma y estructura análoga que existen de forma natural en la sangre, es decir, de los glóbulos blancos.»

Desde hacía ya unos años se estaba debatiendo por qué la sangre de determinados pacientes tenía un aspecto de “papilla de avena” en palabras de Velpeau, 1827, y se hablaba de sangre purulenta; es más se introdujo en esos años para recoger ese concepto el término piemia. Por tanto, cuando en 1845 Virchow habla de sangre blanca y constata que en un paciente con una hipertrofia muy importante de bazo había en su sangre

«muy pocos corpúsculos sanguíneos (Blutkörperchen) rojos y una proporción muy elevada de corpúsculos sin color o blancos respecto a la que se encuentra normalmente en la sangre»
no está describiendo algo desconocido por la literatura médica del momento. En 1847 vuelve sobre la cuestión y bajo el título “Weißes Blut (Leukämie)” se pronuncia en contra de que esos corpúsculos blancos que aparecen en una proporción elevada anormal en determinados enfermos sean debidos a presencia de pus en la sangre, es decir para él leucemia no es igual a piemia.

A partir de ahí se entabló una disputa bastante agria entre Virchow y un famoso e importante médico inglés, fisiólogo y anatomopatólogo, John H. Bennett que mantenía que el artículo de Virchow de 1845 estaba inspirado en uno suyo, anterior en solo 6 semanas, en el que Bennett daba cuenta de que en un paciente con bazo e hígado hipertróficos había en su sangre gran cantidad de “corpúsculos sin color” que no podían asociarse a infecciones. Bennett acusó a Virchow de malinterpretar adrede su trabajo para que brillara más la novedad de Virchow y hacer creer que Bennett defendía que esos corpúsculos blancos eran pus o estaban relacionados con pus (1). La realidad, tal y como la ven los historiadores de la medicina es que fueron descubrimientos paralelos simultáneos, en palabras de López Piñero (La medicina en la historia, Madrid 2002). No nos interesa entrar en la polémica, pero sí, recoger que en 1852 Bennett propuso el término leucocitemia (leucocythemia), en el sentido de ‘sangre con presencia excesiva de glóbulos blancos’. Virchow respondió que Bennett había mejorado, porque era preferible ese nombre a piemia, pero que él seguía prefiriendo su propuesta, leucemia, que es, efectivamente, la que ha triunfado.

Desde el punto de vista terminológico nos interesa lo siguiente que es contrario a lo que dicta la intuición sin contar con los datos históricos:

a) Leucemia es anterior a leucocitemia y no es una reducción en la que leuc- signifique ‘leucocito’. Virchow sencillamente tradujo weisses Blut al griego y obtuvo leucemia.

b) También leucocitemia es anterior a leucocito y esto es mucho más chocante. Mientras, como hemos dicho, leucocitemia es de 1852, leucocito lo documenta el OED mucho después, en 1870 (eritrocito todavía más tarde, en 1894). No deja de ser curioso, puesto que es evidente que en la creación de Bennett subyace la de leucocito como traducción al griego de 'glóbulo blanco', es decir, de “white blood corpuscle”, la denominación inglesa del momento. Como enseña Dicciomed, cito- (kyto-) con el significado de ‘célula’ estaba en uso en lenguaje científico desde 1838, pero todavía no se empleaba el término célula para referirse a las sanguíneas y se hablaba de corpúsculos o glóbulos. Imagen de leucocitos en el libro de Bennett que se cita más abajo, p. 829Imagen de leucocitos en el libro de Bennett que se cita más abajo, p. 829

c) Ni Virchow para leucemia ni Bennett para leucocitemia se molestan en explicar su creación terminológica y su etimología, lo dan como algo evidente; después ambos defienden con energía que su denominación es la más pertinente para la enfermedad que se estaba intentando describir. Esto es poco habitual porque cuando un científico propone un nombre nuevo para una enfermedad suele explicarlo y con mayor motivo si son compuestos con lexemas griegos.

Francisco Cortés. Enero de 2012.

(1) Puede leerse con detalle la polémica tal y como la ve Bennett en sus Clinical Lectures, Principles and Practice of Medicine, N. York 1858, 843 y ss. El punto de vista Virchow puede seguirse en L.J. Rather y su A commentary on the medical writings of Rudolf Virchow, San Francisco 1990. Por otra parte en SpringerLink están disponibles, bajo suscripción, todos los números de la revista en la que publicaba preferentemente Virchow que, aunque en origen tuvo otra denominación, hoy se conoce como Virchows Archiv, incluido el artículo citado de 1847.

Introducción al lenguaje científico:
Año: 1847
Esta palabra también aparece en las siguientes entradas:
eritroleucemia; leucocitemia; leucocito; piemia
ISBN: 8478005722